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| Valparaíso tiene ese tradicionalismo que lo hace ser como es. Crédito foto: Pilar Polanco. |
Valparaíso es necesariamente fotografiada, filmada y escrita por los artistas que la miran y la viven, no sólo desde su paisaje y geografía, sino desde sus habitantes con sus particulares formas de vida que se alejan de lo formal y de lo planificado. Aquí nada es masivo, se va quedando un dejo de vida antigua y de cosas viejas que conviven junto al turismo incipiente que hace pocos años se desarrolla en Valparaíso y que no tiene nada que ver con el turismo de los balnearios por ejemplo, ni con la actividad turística típica de nuestros espectaculares paisajes del norte o de la Patagonia de Chile.
Y curiosamente los extranjeros y chilenos que recorren nuestro país, cuando deciden en algún minuto de lúcidez y cambio de vida, buscar un nuevo lugar para vivir, indefectiblemente se instalan en Valparaíso a pesar de toda su precariedad y fragilidad. Siempre me pregunté por qué, insólita pregunta viniendo de mi propia historia personal: yo elegí Valparaíso para vivir hace ya, 17 años. Pero no tuve respuesta clara sino hasta hace pocos años, antes fueron sólo algunas sensaciones e intuiciones, ahora ya sé por qué.
Cuando recién conocí y recorrí a fondo Valparaíso, mi primer impulso fue de arrancar, de salir corriendo; había aquí una energía, un despelote, un encontrarse a la vuelta de cada esquina con lo mejor y peor de uno mismo muy fuertes. Todo lo hermoso y lo feo de mi estaba en cada paso que subía y bajaba del cerro. Aquí uno convive en los barrios con todo el mundo sin diferenciación de clase social, aquí somos todos iguales, aquí las modas no corren. Eso, al poco tiempo se transformó un anclaje profundo a este puerto, a tomar conciencia cierta de que nunca más me iría de Valparaíso. La vida acá era posiblemente feliz por su sencillez y su particular belleza.
Eso que me pasó a mí no es una situación excepcional. Todas las personas que han adoptado a Valparaíso para vivir tienen una historia parecida. Por eso podemos valorar y entender lo importante de reflexionar hacia dónde apunta la forma de hacer turismo en nuestra ciudad, ya que hasta aquí vemos mucha improvisación y error. No se trata de modificar, modernizar y clonar a Valparaíso en su esencia para hacerla parecida a lugares típicamente turísticos, porque es justamente esa gran diferencia la que la hace atractiva, única y un verdadero imán.
Aquí es donde nos falta un plan director, un camino que apunte hacia el objetivo de la preservación y el cuidado de la forma de vida porteña. No entiendo por turismo llenarnos de hoteles boutique en pleno casco histórico o lugares patrimoniales, tampoco la proliferación de restaurantes carísimos y de dudosa calidad, concentrados casi todos en un mismo lugar; menos la llegada de un mall en el borde costero y de las inmobiliarias construyendo edificios y torres sin piedad en medio de los cerros. Tambien necesitamos regulación y control de la cantidad de taxis colectivos recorriendo sin piedad nuestras calles, y recuperar la agradable sensación de caminar sin la contaminación del desmedido número de autos ofreciendo un pésimo y caro servicio, y ojo con la cantidad de gigantografías y pantallas publicitarias de las empresas de retail que se quieren instalar en Valparaíso.
Este puerto es el lugar ideal para marcar la diferencia que ya tiene: comercio local, antiguo y a pequeña escala, restauración y recuperación de antiguas edificaciones, actividad cultural original y de excepción. Es una maravilla contar por estos días con Festival de Danza, Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso, Festival de Cine Recobrado, Puerto de Ideas, Festival Internacional de Cuenta Cuentos y de Payasos, Festival de Teatro Container, etc. todas actividades únicas de gran aporte a la comunidad y al turismo. Creo que es la manera, sin ser experta, que visualizo para apuntar a una forma valiosa de hacer turismo en una ciudad patrimonial. Esa es nuestra gracia, nuestro plus y nuestra ventaja que reconocen los extranjeros que nos visitan y los que se quieren quedar para siempre aquí, los chilenos que eligen a Valparaíso para tener la posibilidad de otra forma de vida, los porteños mismos que defienden sus espacios y su vida cotidiana y que se quedan en el puerto por generaciones con orgullo y amor.
¿Usted se imagina a Valparaíso con teams en alguna de sus playas, con malls a la orilla del mar, con festivales de la canción, con mega supermercados en sus principales calles, con cerros para ricos y pobres, con casino y palmeras? No pues, eso ya no sería Valparaíso, sería apenas un remedo de Viña del Mar o de Miami.
Link columna La Otra Voz

Precisamente esa es la percepción correcta, esa es la forma de hacer turismo en una ciudad patrimonial, una ciudad que camina a su ritmo a menudo pausado pero a veces estrepitoso.
ResponderEliminarSolo en 2 percepciones son en las que no estoy del todo de acuerdo:
1-...regulación y control de la cantidad de taxis colectivos recorriendo sin piedad nuestras calles, y recuperar la agradable sensación de caminar... "recorriendo sin piedad...y recuperar la agradable sensación de caminar..." Desde que yo tengo uso de razon que los colectivos pasan a raja tabla por algunas calles, especialmente cuando son bajadas, y es mas creo que es parte de la esencia de Valparaíso, aunque si bien es cierto que hace falta mas regulación. no me puedo imaginar ningún auto ya sea coleto o privado bajando lentamente por la bajada del pollo (muy conocida en cerro Barón)
2.Si, si me puedo imaginar una playa de Valpo con un team de verano, pero claro no cualquier team si no uno al estilo de valpo, seria interesante ¿no?
Saludos y felicitaciones por la iniciativa!
P.D.: CULTURISTICA VALPO somos un grupo de jóvenes que hacemos city tours por la cuidad, pero con una gran ventaja con respecto a otros y es que todos somos locales, nacidos y criados a cada de toda una vida. hechale un vistaso al blog www.culturisticavalparaiso.blogspot.com